El proyecto y el protagonista se llamarían El Listo, porque era un nombre que tenía mucha fuerza y porque siempre me ha resultado curioso que, en este país de cazurros, el adjetivo “listo” se use más como insulto que como halago.

Una amante complaciente. Xavier Àgueda

Cuando hablo con colegas del mundo del cómic descubro que me resulta fácil encontrar intereses comunes con todos ellos menos con uno, El Listo.

El Listo pasa de un montón de cosas que me gustan, cosas como los juegos de rol o los juegos de mesa le resultan extrañas; me da a mí que sus juegos son otros. Muchos diréis, vale, pero al menos tenéis en común lo de los tebeos, pues tampoco mucho, él lee tebeos que yo no leería y yo leo tebeos que a él le importan un rábano. Nos gusta la cerveza a ambos, eso sí. Una vez fui a su casa con un pack de birras y a cambio me dio un montón de libros y cómics (y eso que decliné los fanzines que generosamente me ofrecía).

Tras años coincidiendo con él en actos de diverso pelaje puedo decir que lo conozco un poco y hoy voy a confesar algo que nunca le he dicho, siempre le he tenido envidia por tener una vida bastante interesante, y no solo eso, por su capacidad para llevar con la mayor naturalidad todos esos dilemas que le acompañan en esa vida bastante interesante. No sé si es fachada pero cuando te cuenta algo parece que ser El Listo es algo divertido.

Por estas cosas él es uno de mis autores de webcómic favoritos, siempre me leo sus historietas y aunque no tenemos mucho en común me interesa lo que cuenta y especialmente su forma de contarlo. Por eso mismo me gusta hablar con él, siempre tiene algo que explicar y encima lo hace razonablemente bien. El Listo en persona es un tipo que cuenta historias divertidas que me han hecho reír bastante, y a veces también cuenta historias tristes que también me han hecho reír bastante.

¿Y toda esta hagiografía es por algo? Por supuesto, esto viene a colación de su libro Una amante complaciente. Con su astucia habitual el Listo celebra que hace mucho que dibuja tebeos escribiendo un libro sin dibujos sobre esto de hacer dibujos. Él es así.

amantecomplacienteportada

Espero que te guste el dibujo de la portada, no hay más.

Me he leído su libro aunque creo que ya me lo sabía todo porque algunas de esas cosas que cuenta las he vivido y, especialmente, porque esas son las cosas que El Listo te cuenta cuando charlas con él. Pero, ventajas de tenerlo por escrito, esta vez he podido subrayar las partes más interesantes porque hay reflexiones que merecen ser recordadas y compartidas. El Listo es clarividente y preciso en sus argumentaciones, aunque se esconda tras un supuesta ingenuidad sabe qué quiere decirte y como decírtelo, generalmente de forma implícita. Un poco manipulador, sí.

Y eso nos lleva a un punto anterior, ¿he dicho que hablar con El Listo es divertido? Pues leer Una amante complaciente es lo más parecido que hay a hablar con él, incluso lo ha escrito con su misma voz, no sé cómo ha podido hacer eso pero lo ha hecho.

Si conoces al Listo es la mejor forma de llevártelo a casa. Si no lo conoces es la mejor forma de conocerlo.

Creo que él piensa que soy un poco raro, yo también creo que él es un poco raro, un raro que me cae muy bien y que ha hecho un libro que me ha hecho disfrutar. Sencillo, sabio, divertido.