Debería empezar como siempre… Que soy Detritus, que las mujeres me adoran y que vengo a mejorar el nivel de este mísero blog renacido de sus cenizas, pero no tengo tiempo, el post de hoy me lo hago encima, así que allá voy… Me cago en los putos frikis de mierda.

Pues eso… Me cago en el mundillo, simplemente porque no veo necesidad del mismo. Qué coño son las convenciones frikis? Pero si parece más bien alcohólicos anónimos…

- Hola, soy Pepe Pino, y juego al rol…
- Hola Pepe – dicen a coro.
- No tengo amigos.
- Nosotros tampoco – dicen nuevamente a coro.
- Queréis ser mis amigos?
- No, si fuéramos tus amigos estableceríamos unos nexos de unión que podrían perjudicar el tiempo que dedicamos a nuestras aficiones. Mejor danos la dire de tu blog y nos declararemos seguidores tuyos sin necesidad de intercambiar palabras ni fluídos más allá de lo que dicte el frío teclado.
- Pues fale.
- Venga, buena suerte Pepe Pino – dicen de nuevo a coro.

Porque así es… El mundillo está lleno de gente así, está lleno de Pepes. Gente que no conoce a gente, y gente que no desea conocerle. Al final acaban siendo unos parias. Solo los parias tienen suficiente tiempo libre para mantener un blog, dos foros, proyectos de traducción y al mismo tiempo juegan tres campañas a la vez que diseñan un juego de rol (que obviamente también playtestean). Cómo se lo hacen? Renunciando a todo lo demás.

El juego de rol es eso, un juego, un puto juego. Pero algunos lo llevan a lo que no debe ser, lo convierten en su vida, en su puta vida. Y eso, enemigos míos, es de tarados. Sentaros a jugar, putearos un rato mutuamente, pero joder, ahí se acaba todo. Cuando uno se levanta se acabó, no corras a Nación Rolera a comentar la jugada, corre al bar a beberte una pinta, expande tu mente y tu hígado. Los reduccionismos son tan malos… Blind Guardian no mola (uy, lo que he dicho…).

Venga, no mintamos… No me vengáis con esa milonga de que aquí todos somos roleros y hay muy buen rollete entre nosotros y blablabli y blablabla… Y una mierda! Sed sinceros, seguro que en algún momento habéis conocido a alguno y os habéis echado atrás de pura vergüenza ajena por ver sus pintas, sus bromas incomprensibles, su mirada perdida, su higiene deficiente, su discapacidad social… Porque sí, porque pueden dar miedo y grima en cantidades industriales. Yo lo he visto, lo he vivido, incluso me he tomado algo con alguno de ellos y mi pensamiento era… “Por favor, que nadie me relacione con él, que nadie me haga una foto, yo no quiero estar aquí”. No puedes hablar con ellos de nada que no sea rol y otras frikadas, eso sí, se conocen el reglamento de D&D 3.0/3.5/4.0 tan bien que cualquiera diría que ellos parieron el juego, y no solo se lo saben, es que lo viven!!!

Y ya que hablamos de vivir… Viven una vida distorsionada. Son capaces de patalear por toda la red si la última edición de su juego favorito no les gusta, la noticia de la adaptación al cine de una de sus obras favoritas les llevará a lo más parecido que sentirán en su vida a un orgasmo, el visionado de esa misma película tan esperada les hundirá de nuevo en una espiral de indignación y correrán al foro de turno a hacerse el “guachis” explicando lo mal que otros lo han hecho… Se sienten más cómodos bajo un nick raro y un avatar molón que dentro de su propia piel en lo que no es otra cosa que una miserable huida hacia la nada más absoluta. En resumidas cuentas, viven por y para cosas que realmente no les deberían importar más allá de lo mínimamente razonable si no fuera porque no tienen una vida de verdad.

A ver… Me encantaría generalizar y meteros a todos en el mismo saco de mierda. Desgraciadamente me consta que no todo el mundo es así, es una lástima la verdad ya que haría más evidente mi superioridad moral. Pero existen esos individuos, fracasados de la vida cuya actividad sexual es comparable a la de su hermano de 5 años, con la vida social de Lovecraft, la chica a la que mejor conocen es la borde de Gigamesh, en definitiva, monstruos de feria.

Todo frikirolero debería hacerse la siguientes preguntas introspectivas:

  • Soy más feo que mi PJ?
  • Es posible que me importen más los aliados de mi PJ que mis amigos de verdad (si es que los tienes)?
  • Mi última lista de la compra estaba compuesta por pociones y componentes mágicos en vez de por productos de necesidad básica como arroz, pasta y papel higiénico?
  • He soñado con mi última campaña?
  • La mayoría de mis contactos no me conocen en persona, y lo que es más, me alegro de ello?
  • Me resulta más sencillo Rolemaster que la Declaración de la Renta (aún pidiendo el borrador)?
  • He llorado por la muerte de alguno de mis PJs?

Y la peor de todas…

  • Mi PJ folla más que yo?

Las respuestas serán sangrantes verdades que les deberían hacer caer en la cuenta de su miserable existencia. Preocuparos en el caso de que la mayoría de respuestas sean SÍ, la última vale doble, por si hay empate.

Por una vida digna… Quemad vuestras fichas, bebed hasta entrar en el coma etílico (teniendo en cuenta vuestras salidas nocturnas al segundo chupito de limoncello caéis en redondo), y por favor, no despertéis.

Agur

PD- Venga, seré benevolente (13 me insta a ello, “o lo pones tú o lo pongo yo” han sido sus palabras, así que ya sabéis que clase de dictadorzuelo rige este blog). Sé de buena tinta que a algunos les place llamarse a sí mismos frikis, y pueden ser gente de lo más agradable. Felicidades tíos, lo habéis logrado. Este artículo está dedicado a esos otros frikis, los que no saben que la verdad está ahí fuera, los frikis de mierda, esa gente que son carne del Diario de Patricia. En sus manos está, ¿la roja o la azul? Aún hay esperanza.