1:1 En el principio creó Dios los cielos, la tierra y un webcómic.
Y Dios vio que el webcómic estaba bien, pero le faltaban lectores… Y ahí empezó todo el mogollón de crear humanos (algunos de ellos homosexuales) y todas esas cosas. Su objetivo era que alguien se leyera su puta creación, y cuando estuvo hecho Dios vio que eso también estaba bien, Satán también lo vio y puso “Me gusta”.

Biblia del webcómic (por el creador de El Lazarillo de Tormes).

Hoy empiezo una serie de artículos con los que no pretendo sentar cátedra en nada, primero, porque no es necesario, y segundo, porque no estoy capacitado para ello. Pero a veces pienso sobre todo esto que hacemos los autores de webcómic y me apetece exponer ciertas conclusiones a las que es fácil llegar. Básicamente quiero poner por escrito los sentimientos, dudas e inquietudes que nos gobiernan cuando hacemos cómic, esas sensaciones tan características y en general bastante comunes. Espero no errar demasiado.

Como la cosa es durilla iremos por entregas, vamos con la primera.

Génesis

En esta vida oiremos a menudo cosas como…

-Me gustaría hacer blablablabla…

Lo siento gente pero eso es basura, no quiero saber nada de los deseos de nadie a no ser que seas muy amigo mío. En ese caso estaría dispuesto a poner un poco más de atención, pero en realidad lo que yo quiero oír es…

-He hecho blablablabla…

Eso es otra cosa. El movimiento se hace andando, y la mejor forma de mejorar en el cómic es haciendo cómics, y dentro de lo que es hacer cómics los webcómics aún te lo ponen más fácil. Las declaraciones de intenciones están muy bien para uno mismo pero nada más.

Empezar un webcómic no tiene mucha dificultad. Basta con tomar la decisión cosa que se puede hacer en escasos segundos. Algunos meditarán mucho como empezar, otros en cambio irán al grano. Todo vale… Pero por favor, lo hagas como lo hagas… Hazlo! A veces perdemos más tiempo en lo que es diseño del proyecto que en el proyecto en sí mismo. Es mucho mejor tener 50 tiras en una mierda de blog que 2 tiras en una web de escándalo. Recuerdo que en mis tiempos mozos nos pasamos años planificando un fanzine, páginas, secciones, portadas, nombre… No llegamos a dibujar ni 3 tristes páginas de cómic, pero nos encantaba debatir sobre nuestro logo, fue tan divertido como estéril.

Si no tienes ni puta idea de hacer cómics empieza a saco, de veras, aprenderás sobre la marcha. Si en cambio estás muy metido en el asunto entiendo que te tomes mucho tiempo de preparación, sabes de que va la movida y quieres hacer una obra redonda de principio a fin. Decisiones como el formato, la periodicidad, personajes, eso sólo lo planificaría si sé muy bien lo que me traigo entre manos, pero no es tan importante como parece. Dejarse llevar también es un buen método, y divertido. Una de las cosas que debéis tener claro es que vuestro webcómic está vivo, él mismo os irá diciendo qué necesita, planteárselo todo de antemano puede resultar excesivo incluso puede acabar limitándote en un futuro.

Así resulta que has empezado tu webcómic y pasa lo que tenía que pasar… No te lee nadie.

Recapitulemos. Tenemos un autor, tenemos una obra, pero no tenemos lectores… ¿Qué falla? Lo normal es hundirse en la miseria, pero no queremos más autores de webcómics tirándose a las vías del tren, ánimo que las cosas siguen su curso. Todo va según lo previsto.

Si no tienes lectores sólo te puedo decir una cosa… Paciencia. Hablaremos más adelante de la promoción (tan imprescindible como la calidad, calidad sin promoción y promoción sin calidad no funcionan, hay que tener ambas), pero también os diré que no pasa nada si al principio no te lee nadie. Da igual, has empezado, tú ya estás aprendiendo y eso es lo principal… De hecho como estás empezando lo que estás haciendo posiblemente sea tan mierdoso que casi mejor que no te lea nadie. Eso que nos ahorramos todos.

Lo habitual en el autor novato es buscar lectores en los círculos cercanos, amigos y familiares. Id con cuidado, hay amigos que estarán encantados de leeros, e incluso puede que les guste… Pero pedir que te lean a amigos a los que no les gusta leer cómics, eso es una forma fantástica de perderlos como amigos, es incómodo para ti pedirles que te lean, pero más incómodo es para ellos reconocer que no lo hacen.

Así pues, busca lectores en tus círculos cercanos pero sin pasarse, busca gente a la que realmente le pueda interesar pero piensa que mientras no hagas una cosa realmente guapa y mientras no te promociones bien lo tuyo va a ser arte de minorías, y ya está bien que así sea. No todo va a ser llegar y besar el santo. En cualquier caso ya habrás dado dos saltos al vacío enormes, y sin apenas repercusión alguna.

  1. Has creado.
  2. Has hecho pública tu creación.

Parece mentira, pero son dos pasos muy duros, de hecho los más duros… El primero por indolencia, el segundo por vergüenza. Ahora tenemos un webcómic de mierda, no tenemos lectores, probablemente no sabemos dibujar, probablemente no sabemos escribir… Pero tenemos un webcómic, ahí, colgado por el ciberespacio, y aún no nos queremos suicidar. No sois conscientes de ello pero la rueda ha empezado a girar, si lo hacéis bien os espera un futuro de dinero y mujeres (pero sin dinero ni mujeres). El camino es complicado pero de vosotros depende que lleve a algún lado.

Próxima entrega: No sé dibujar.