Tuve que sonreír. Que el finlandés te diera algo por una miseria era como si Dios revocase la ley de gravedad cuando tienes que cargar una maleta pesada por un corredor de aeropuerto de diez manzanas de largo.

William Gibson, Quemando cromo.

Pues nada, allá voy… A ver si me da tiempo de hacer algún dibujillo, algo me gustaría poner por aquí.