El primer día hablamos de como empezar un webcómic, y hoy toca hablar de…

¡El dibujo!

Si una cosa tienen los cómics es que cuesta lo mismo dibujar una mujer rascándose un sobaco que una nave espacial surcando el espacio interestelar, te puede salir mejor o peor, quizás tardes algo más dibujando la mujer sobaquera, pero es obvio que puedes dibujar lo que te salga de las pelotas por un precio bastante razonable, el presupuesto no es problema, cuando haces frente al papel en el que vas a dibujar tienes ante ti un cheque en blanco, te lo puedes gastar todo. ¿Entonces por qué tenemos la puta manía de tener el dibujo como algo que nos limita si justamente es todo lo contrario?

-No sé dibujar…

Si me dieran un céntimo cada vez que he oído eso ya me daría para un café en un Starbucks… Pues claro que no sabes dibujar, ni tú ni nadie sabe dibujar, al menos nadie sabe dibujar lo suficiente. La prueba de ello es que cuando hablamos de dibujar se aprende, se aprende, y se aprende, y no se para de aprender… Nos iremos a la tumba y seguiremos aprendiendo.

En esto del dibujo toda experiencia es bienvenida. Tened en cuenta dos cosas.

  1. Por muy talentoso que ahora te parezca un dibujante cuando empezó dibujaba como el puto culo… No hay excepciones.
  1. Y hagas lo que hagas nunca habrá un baremo exacto para decir si dibujas bien o mal, es algo absolutamente relativo. Tampoco hay excepciones.

Con esto quiero decir que puedes mejorar y que hay millones de formas de dibujar. De ti depende… Si no quieres hacerlo de acuerdo, pero por favor, no te lamentes por ello, ha sido tu decisión. Que sí, que hay genios, gente superdotada, seguro… Pero ellos necesitaron practicar, y hay dibujantes muy buenos con una genética más justita, esos últimos necesitaron practicar algo más, pero les fue igualmente bien.

Hace un par de años conocí a Ismurg, coincidiremos muchos en que es uno de los dibujantes más talentosos del panorama webcomiquero… Pues tendríais que ver lo crítico que es con su propio trabajo, yo debería estar lamiendo sus botas pero si hablas con él conoces a alguien que se exige más y más… Pues posiblemente quizás es por eso que dibuja tan bien, por esas ganas de mejorar que siguen intactas. Y eso no es nada raro, otro gran dibujante con el que tengo el placer de trabajar, Miquel Casals, os aseguro que es sumamente exigente consigo mismo, y te vas dando cuenta de que no son excepciones, es la norma.

En esa misma línea podríamos preguntar a Franchu, Runninmen, Antonio Correas, Manuel Huertas, El niño que amar la crema de espárragos, Laurielle y a muchos más. Preguntadles sobre su nivel de exigencia, sobre las horas dedicadas a esto. Y a ver quien se atreve a decir luego eso de…  “¡Jo! ¡Qué suerte! ¡Saben dibujar!”. Puedes ser más listo o más tonto, pero si estudias lo suficiente, apruebas. Es exactamente eso.

Cuando empiezas crees que tus dibujos no son suficientemente buenos, que podrías y deberías hacerlo mejor… Bienvenido a esa sensación porque aunque mejores mucho, que mejorarás, no te va a abandonar nunca. Pero si haces 100 tiras estoy convencido de que es imposible que para la tira 101 sigas dibujando igual de mal que al principio. El gran ejemplo de esto que digo es Andrés Palomino, que mucho jijijaja con su estilito y su copypaste pero comprobad su gran progresión, ha pasado delante nuestro, lo hemos visto. Obviamente Andrés no es un dibujante de relumbrón, no trabajará para Marvel ni para Kodansha, pero cumple con lo que vengo diciendo. Era flojo dibujando, no se ha conformado, se ha aplicado, y ha mejorado. Ahora es un dibujante EFECTIVO y sigue creciendo como autor.

Los caminos del dibujo pueden ser de tierra, de barro, de adoquines, de baldosas amarillas… Crumb, Frank Cho, Jan, Hergé… Todos son grandes dibujantes, cada uno lo hace a su puta manera, y puedes aprender de todos ellos.

Comentábamos por twitter el temor a hacer una obra que no guste por un mal dibujo… Pues sí, si el dibujo es rematadamente malo es muy probable que no guste. Pero si el dibujo no es el adecuado, independientemente de su calidad, es absolutamente seguro que no va a gustar. El webcómic está lleno de obras dibujadas más o menos modestamente pero que han logrado atrapar a sus lectores porque han sabido ofrecer algo que les ha interesado (The order of the stick, Sinergia sin control, El Listo, incluso ¡Eh, tío!…). Coño, pues a ver si al final va a resultar que el dibujo no es tan importante.

Así pues, dibujes como dibujes, seguro que tu dibujo vale para contar algún tipo de historia… Hay que ser hábil y adaptarse a ello, en esto consiste la efectividad. En conseguir que  lo que dibujes sirva a tus propósitos narrativos… Hay cierta tendencia a creer que la gente te pide algo bonito/espectacular/realista cuando dibujas, eso es absolutamente falso. El lector quiere una historia bien contada , somos autores de cómic, no ilustradores, nuestro objetivo es narrar.  El Listo no vale para dibujar una Runtime girl pero tampoco lo pretende. Incido en el concepto, efectivo, algo que para mí se mezcla mucho con el estilo.

Llevo más de 300 tiras, tiras de todo tipo, y me esfuerzo en dibujar lo mejor posible dentro de lo razonable, pero al final ha resultado que de todos mis personajes el más popular es un muñeco de palo que se puede dibujar con la chorra un día de borrachera.  Con todo esto no quiero ningunear el poder y la importancia del dibujo, sólo quiero decir que el valor del dibujo en el cómic está sobredimensionado, es importante, sí, ¿lo más importante? No.

El lector sagaz habrá apreciado que aún no he hablado de técnicas ni de programas de ningún tipo… Y es que me da absolutamente igual, son importantes, por supuesto, pero no son mágicos. Pensar que alguien sabe dibujar gracias al Photoshop es como pensar que alguien sabe escribir gracias al Word, una auténtica memez. De hecho los excesos de Photoshop son un gran peligro y un indicativo de dibujante pardillo al acecho, ver un webcómic con un dibujo mediocre y unos efectos de la hostia es de lo más cutre que hay.

A las técnicas hay que darles tiempo, a medida que aprendes haces pruebas, te depuras, vas haciendo las cosas a tu manera, sí, eso incluye los Photoshops, pero también incluye los lápices, los Illustrators, las plumillas, los pinceles, la tableta digitalizadora… Las herramientas hay que saber usarlas o prescindir de ellas, escoger en función de tus necesidades… Es fantástico cuando dos dibujantes se conocen, se explican mútuamente como lo hacen y… ¡ambos flipan! El camino de cada uno para llegar a obtener un dibujo es de lo más particular que os podéis imaginar. Y es genial que así sea, a mí me encanta explicar como lo hago y saber como lo hacen los demás… Me siento como en un concilio de magos en el que nos contamos trucos.

Yo empecé haciendo las tiras con lápiz normal de minas, rotulador edding, scanner, y Photoshop. Ahora uso un lápiz de minas azules, un rotulador/pincel Pentel, escaneo con el móvil, y luego Photoshop, añadiendo algunos toques de tableta digitalizadora… Prácticamente he cambiado todo excepto mis libretas y el Photoshop, pero no han sido cambios casuales, he llegado a ellos desde el convencimiento, desde el arte y ensayo, estudiando lo que necesitaba en cada momento y eliminando lo que más odio, y estoy dispuesto a seguir cambiando. Es normal, todos aprendemos, todos evolucionamos. No te cierres en banda y prueba cosas.

En el fondo el dibujo será tu herramienta, nunca una finalidad. Domínala, no dejes que te limite… Resumiendo.

  1. Practica.
  2. No dejes de aprender.
  3. Dibuja para narrar.

Quien crea que no sabe lo suficiente que repase el punto 1. Quien crea que sabe mucho que tenga claro el punto 2. Y no te olvides del punto 3, estás contando una historia.

Venga, ánimo y paciencia… Y al final, muy al final, veréis que las cosas acaban saliendo.

Próxima entrega: No sé escribir (y lo que es peor, no sé que no sé)