Ya está aquí, vuestro momento favorito de la semana (suponiendo que vuestra vida sea una puta mierda), una nueva entrega de… La guía emocional del autor de webcómic.

Venga, si la primera entrega fue sobre como empezar tu webcómic. La segunda iba de eso de los dibujos, y la tercera de eso otro, lo de escribir. Hoy es la cuarta entrega y hablaremos de…

-No me importan las visitas (pero vivo en Google Analytics).

Lo primero que me podréis decir es…

 - Pero imbécil, ¿quién eres tú para hablar de visitas?

Pues tenéis razón en lo primero, lo de imbécil, y en lo segundo también, no soy nadie para hablaros de visitas. Pero bueno… He llegado a tener muchas menos visitas que ahora, y aspiro a tener muchas más de las que ahora tengo, por lo que supongo que me puedo permitir opinar. Y total, que hablar es gratis… Así que hoy os contaré un poco mi rollo.

Empezaremos por el principio.

Cuando empiezas un webcómic no tienes visitas apenas… Intentas explicarle a tus amigos que haces un tebeo por internet, si eres una persona familiar se lo dirás a tu madre, y obviamente no se lo puedes contar a tu pareja porque nadie con pareja se pone a hacer un webcómic, no me jodáis; la cuestión es que entre pitos y flautas pocas visitas tendrás, 10, 15, 20, 25… Incluso 50 visitas diarias si la cosa se anima (estoy dando datos reales).  Pero es sólo eso, el principio.

Si perseveras las cosas irán bien y poco a poco subirás hasta esas 100 visitas, tu primera cifra mítica, e incluso tendrás algún comentarista habitual al que no conoces de nada, será tu primer lector desinteresado (ya ha quedado claro que los demás son amigos y familia), estás colocando las primeras piedras en tu camino hacia el estrellato. Pero entonces te enteras de la cantidad de visitas que tiene alguno de los llamados hot artists webcomiqueros del momento y te deprimes, ves que su última mierda está poblada de comentarios, ves que la gente se mata por decir “prime” en cualquiera de sus tiras… Vuelves a tu web y te encuentras que tu última tira no tiene ningún comentario (tu fan todavía no la ha visto), y te sientes tan solo…

-¿Cómo es posible que a todos los demás les visiten mucho más?

Primero te diré que eso no es exacto del todo. Hay mucha gente como tú, gente que no recibe visitas. De hecho tú mismo tampoco los visitas a ellos por lo que no puedes ver que están igual de mal. ¿Se entiende el concepto? Por simple visibilidad siempre se ven los webcómics con chorrocientos visitas, porque al fin y al cabo son los mejor enlazados y todo eso… Los que te encuentras por todos lados. Aquellos cuyos autores tienen miles de seguidores en twitter… Aquellos que se acuestan con sus fans… Vamos, un descojone que parece ciencia ficción para ti, que estás ahí, solo, con tu primera tira, muy graciosa ella, va sobre algo que ha hecho tu gato, pero nadie te hace caso. Y eso es…

- PORQUE NO ERES NADIE, CABRÓN!

¿Y cómo se consigue ser alguien? Lo primero que te diré es.. “haber estudiado”, pero si prefieres seguir en esto del webcómic me atrevería a dar ciertas reglas.

  1. Calidad.
  2. Periodicidad
  3. Promoción

Lo siento pero si quieres visitas no puede fallar ninguna de estas tres cosas.

La calidad del producto es algo muy complejo, y creo que en buena parte es lo que ya hemos tratado en la segunda y en la tercera entrega de esta guía, pero vamos, ya se entiende que si haces un cómic bueno quizás la gente te lea. Haz un cómic malo y lo siento, pero los lectores nunca van a llegar. Incluso esos webcómics famosos que te parecen tan malos son ideales para un tipo de público (y además tendrán una buena promoción y una buena periodicidad), eso es así.

La periodicidad también tiene su miga, fácil de decidir pero difícil de cumplir. Hay que tener un plan de publicación, y cumplirlo, por eso hay que tener paciencia, al principio la cosa no chuta pero poco a poco tu esfuerzo rinde y obtienes resultados. Es importante que un autor se imponga un ritmo, que se tome un poco en serio a sí mismo… Si vas a publicar cuando te salga de los huevos los lectores van a hacer lo mismo y te van a visitar cuando les salga de los huevos (que va a ser nunca), así que luego no te quejes. La gente debe saber cómo leerte, debe poder seguir tus pasos. Y no sólo eso, tú debes darles carnaza, es una característica muy propia de todo lo web, la generación progresiva de nuevos contenidos. En webcómic no puedes hacer un Watchmen y esperar que la gente lo relea mil veces, en webcómic siempre tienes que ofrecer algo nuevo, siempre. Ahora bien… ¿Cuál es tu periodicidad?

Con frecuencia con la misma rapidez que lo leerán lo olvidarán, no te preocupes porque ese hecho está lejos de ser un fracaso, sólo es una característica de internet.

La cita anterior es de Runtime, concretamente de su artículo “Cómo tener éxito en un webcómic”, y tiene razón, el webcómic es un fogonazo, un instante que se disfruta y que luego, generalmente, pasa al olvido. Preguntadle a vuestros amigos si han leído vuestra última tira, es fácil que recuerden si les pareció graciosa pero difícilmente recordarán de qué cojones iba. Estamos creando algo muy efímero, algo que se da en pequeñas dosis casi imperceptibles, algo que se valorará mucho mejor en conjunto y con perspectiva. Por eso es importante lo de la periodicidad, porque no basta con hacer un chiste majo para que te lean, necesitas que la gente tenga el hábito de venir a ti, sin pensar mucho en ello. Es difícil que el lector tenga una necesidad imperiosa de leerte, pero es mucho más fácil habituarlo a ello, y para ello la periodicidad ayuda.

A menudo se dice que la periodicidad diaria está sobrevalorada. ¡Para nada! Ser capaz de publicar todos los días es genial para tener seguidores. Los usuarios de internet tenemos muchos hábitos de lectura, y estos hábitos son diarios, encender el ordenador, mirar el Facebook, el twitter, el Marca, la hoja parroquial, y tu webcómic… Si publicas todos los días puedes colarte dentro de esa rutina. Pero no es tan fácil, el problema de la periodicidad diaria es que es… eso… diaria, y muy pocos pueden aguantar este ritmo de publicación (¿hemos hablado de las Crónicas PSN?). En mi caso estuve un año actualizando prácticamente todos los laborables y aunque ahora tengo un ratio de publicación importante he dejado lo de la publicación diaria como algo demasiado exigente, hay que dedicarle mucho tiempo o ser muy rápido dibujando para poder hacer una tira diaria, y aún así cuesta mucho sacar buenas historias todos los días (que no sólo hay que dibujar, hay que pensar lo que se dibuja).

Bueno, como para muchos la publicación diaria está fuera de nuestro alcance hay que escoger una periodicidad más asequible.

Hay gente que actualiza dos, tres, varias veces a la semana. Ese ritmo es cojonudo, exigente y a la vez realista. Muy bien. A mí eso me parece un ritmo majísimo.

También la actualización semanal es de lo más interesante porque permite meter mucha energía en lo que haces.  Hay casos muy exitosos de actualización semanal y, efectivamente, son cómics generalmente muy cuidados gráficamente o bien que ofrecen páginas enteras, cosas dignas de ser recordadas (estoy pensando en el gran Conejo Frustrado de Bonales).

Si vas más allá de la actualización semanal yo te auguro un futuro vacío para tu webcómic pero a cambio tendrás una vida más plena, cosa que posiblemente compense con creces tu déficit en visitas. Y oye… Si actualizas poco tampoco pasa nada, esto se trata de pasarlo bien, nada más. Simplemente entiende que en ese caso es muy difícil llegar a todo tu potencial, por un lado es un ritmo bajo para mejorar como autor, y por el otro es un ritmo bajo como para lograr que la gente se acuerde de ti. Sólo eso.

Y todavía no he hablado de mi periodicidad favorita, aquella con la que actualmente me siento más cómodo. La alta periodicidad irregular. Es decir… Sin aviso pero en buena cantidad. La gente sabe que en el Sistema D13 si entras un laborable tienes más de un 80% de encontrar algo nuevo, y entre un 70-80% de encontrar una nueva tira. Lo único peligroso de las periodicidades irregulares es que hay que ser consecuente con ello y no relajarse… Por eso si eres un poco indulgente con el trabajo propio quizás te vaya mejor programarte algo más rígido para obligarte un poco con las entregas. Pero si cumples está realmente bien ya que te hace sentir muy libre (aunque sea una mera ilusión, es un ritmo elevado y hay que currar).

Más allá de los ritmos de publicación hay que hablar de algo que desaconsejo absolutamente, los parones (en webcómic a menudo los llaman hiatos, debe ser algún tipo de eufemismo). Parar un webcómic es matarlo un poco, por lo tanto no pares a la ligera ni al menor contratiempo que eso es muy feo, los parones hacen llorar al niño Jesús. Es obvio que tomarse un respiro es muy bueno para el autor porque descansa, toma aire, reconsidera posiciones, y reflexiona sobre su trabajo. Sólo por eso deberían valer la pena… Pero son muy malos para los lectores, se desconectan de tu tebeo y aunque prometen que estarán esperándote lo que haga falta cuando vuelves te das cuenta de que en un mes has perdido lo que habías ganado en un año.

Venga, una batallita. La tira de El Sistema D13 se fundó en diciembre de 2009, al principio creció bastante rápidamente y se hizo con un grueso de lectores modesto pero sólido que siguió más o menos estable hasta enero de 2011 (no eran muchos pero no iba mal la cosa). Justo entonces paré un tiempo la tira por motivos personales, estuve casi dos meses actualizando poquísimo, cuando volví estaba en un nivel de visitas casi idéntico a cuando empecé… Hundido en la miseria. Me dije que nada, que en dos semanas me ponía y recuperaría el terreno perdido pero no funcionó, hice muchas tiras, algunas de ellas creo que realmente buenas, pues no recuperé mis visitas habituales hasta medio año después, justo cuando inauguré la nueva web y empecé a darle mucha más caña a la promoción en todos los sentidos, luego logré superar esa cantidad pero eso ya es otra historia. Pero es curioso tanto movimiento de visitas en un webcómic que no deja de ser modesto.

Los parones se pagan, es así. Si hay que parar, hazlo, por supuesto… Pero no pienses que las cosas seguirán igual que cuando las dejastes. Personalmente te recomiendo que si quieres descansar te tomes o bien un agosto sabático (que acostumbra a ser el mes más flojo y nadie te va a mirar mal si ese mes no actualizas) o bien que reduzcas tu periodicidad, o bien que encuentres un buen punto en el que parar (que finalice una saga, una temporada, algo). Es un consejo, sólo eso. Estoy convencido de que habrá autores que han parado y luego retomado su webcómic sin problemas, me alegro, pero es un riesgo y se puede perder mucho por el camino. Hay que tenerlo en cuenta.

Y después de este rollo sobre la periodicidad iremos al siguiente punto, el más majo de todos… La promoción. La promoción es absolutamente necesaria para tener visitas, es absolutamente fundamental. Pero… ¡Oh, vaya!… Aquí se acaba mi tiempo. Mejor lo dejamos para la próxima entrega.

Sí tíos, os dejado colgados en lo mejor, pero la promoción es un tema demasiado divertido como para ventilarlo así como así. En él intentaré hablar de la sinergia del autor con los lectores, los comentarios, y otras chorradas muy divertidas como los crossovers, sí amigos, hablaremos de los trucos y las trampas para tener más visitas. Hablaremos de lo más sucio del negocio, y a todos nos encantan las historias de miseria humana ( y hablar de miseria en webcómic es mucha miseria).

El próximo artículo promete… ¿Qué se oye de fondo? ¿qué es ese clamor?

-Hype! Hype!

Bah… No hagamos caso a los envidiosos. Esto no es un hype, esto es en sí mismo un ejemplo de promoción. Vendiendo puro humo.