Lo de hoy es una entrega aleatoria, simple y llanamente. Básicamente la cosa ha ido así…

Quería hablar de alguna de las revistas de Bruguera y me pillé unas cuantas de principios de los 80 que corrían por casa de mis padres, y aquí llegó mi error, con sus más y sus menos llegados los 80 las revistas de Bruguera resultaron ser bastante intercambiables. Entonces ¿qué más daba hablar de una u otra si todas venían a ser lo mismo?

Supongo que cada uno tendrá su favorita pero el elemento fundamental de todas y cada una de estas revistas era el mismo, el refrito. Tal cual, las revistas Bruguera de los 80 se alimentaban en un % muy importante gracias a material antiguo o importado, así, a peso… Por eso he pasado de todo, he cogido un fajo de revistas, he hecho unas cuantas fotos, reflexiono sobre cuatro tontadas, y palante, al tuntún… Y os advierto que otro día que me apetezca lo volveré a hacer porque me he dejado mil cosas en el tintero.

A 20 duros de la felicidad

Primero veremos el precio, de 75 a 100 de las futuras pesetas (entre 0,45 y 0,60 €). Tengamos en cuenta que estas son revistas de las gordas, las llamadas especiales o supers, había revistas más baratas con peor papel y menos páginas pero yo debía ser un niño muy selecto porque de esas me quedan pocas. En cualquier caso era eso a lo que ahora llamamos tebeo popular, un tebeo que estaba en todos lados y a precios asequibles, aunque tampoco nos dejemos engañar, un periódico de la época como La Vanguardia valía 30 pesetas en su edición diaria… Así que cada uno haga sus números, barato pero sin pasarse, aunque acostumbrados al gafapastismo y a la novela gráfica pues nos daríamos con un canto en los dientes si actualmente hubiera alguna oferta parecida.

También es fácil ver que los valores políticamente correctos eran otros, no hay duda… Aunque eso, lejos de escandalizarme, me divierte profundamente.

¿Es que nadie piensa en los niños?

Y vayamos a eso de los refritos. En esta época algo olía a podrido en Bruguera, las cosas no iban bien, no iban nada bien, la editorial era un tren que estaba a punto de estrellarse. pero un tren que iba a una velocidad endiablada. En su afán por copar todo el kiosko Bruguera reciclaba mucho material antiguo para rellenar sus incontables revistas.

Por el dibujo se ve que este Zipi Zape no es de los 80 ni de coña, pero lo volvían a colar, total, si es para críos… El de más arriba sí que es ochentero.

Y todo este reciclaje es sin pagar un duro a los autores… Pero bueno, que se jodan, los derechos de autor son para las compañías y no para los autores, eso lo sabemos todos. No haber nacido.

Ya sé que actualmente todo dios pone a parir a los Zipi y Zape (que si ñoños, que si anticuados, que si esto, que si lo otro…), pues a mí los Zipi Zape me molaban, que se sepa. Y Escobar me cae infinitamente mejor que Ibáñez, eso no le importa a nadie pero lo digo, así, de propina.

Venga, sigo. En esas revistas es fácil encontrar apócrifos ya que en esta época el Bruguera Equip iba a tope… Pero no me meteré en estas tesituras ya que hay expertos sobre el tema y webs muy documentadas, vale la pena echarle un ojo porque es apasionante. La cuestión es que Bruguera sumida en su ritmo frenético de producción recurrió a equipos creativos impuestos por la editorial siendo uno de lo  autores más clásicos el guionista Jesús de Cos, yo recuerdo que si un tebeo de “Ibáñez” iba con guión suyo tenía menos gracia, eso es así.

Advertencia de bodrio seguro.

Y no quiero cargar tintas contra Jesús de Cos de quien he leído alguna entrevista suya y se ve muy majo a más de una pobre víctima de una editorial bastante mezquina, y sobre su labor como guionista de personajes de Ibáñez el propio De Cos llega a decir “no creo que ni Ibáñez ni Mortadelo lo necesitaran. En algunos momentos (y hablo por mí) creo que más bien fueron en detrimento de la serie”, más claro imposible. En cualquier caso es curioso que nunca se acreditaran los dibujantes apócrifos pero a veces sí lo hicieran con los guionistas. Es que en Bruguera muchas cosas eran “curiosas”.

Comentaba que también tiraban de agencia comprando material extranjero… Aquí ya pasa una de esas cosas que siempre me ha fascinado/fastidiado de Bruguera. Que hicieran el cutre con su propio material, pos mal pero se entiende, es mi gato y me lo follo cuando quiero; pero joder, lo de fastidiar todo el material extranjero con un coloreado nuevo, es que no me entra en la cabeza. Todo se coloreaba pasando al Bruguera style, todo se rotulaba al Bruguera style, si hacía falta se recortaba sin piedad para encajarlo en alguna publicación Bruguera style… Y el resultado, pues era el que era, una puta mierda muy Bruguera style. Y digo yo… ¿No era más barato dejarlo como estaba? Al menos el color.

Vale, la imagen no es muy buena pero se pilla la idea… El de arriba es de Bruguera, el de abajo es de verdad. El de arriba es rubio de pote, sin matices, sin degradados, con rotulación mecánica… Un belga muere si ve esto.

Todo el material Brugueriano de Los pitufos o Johan y Pirluit está destrozado tal que así, sin piedad… Pero se iban a la Marvel y hacían lo mismo, de ejemplo os regalo un anuncio de un Conan con dibujo de Barry Windsor Smith y color de algún pringao Brugueriano…

¡Por Crom! ni los hermanos Dalton.

Si alguien quiere ver como era la imagen original que pulse aquí, y eso que el coloreado de Marvel de esa época también era malo de cojones pero… Por cierto, algún día hablaré de Pocket de Ases, tengo uno de Flash Gordon que eso es material digno de un “A pray for amazonas”, ¡la madre que los parió! Un ejemplo de lo que era la picadora Bruguera puesta en modo leñador vasco hasta las cejas de ácido.

Pero eso será otro día. Por hoy lo dejamos… El de hoy es un artículo crítico, lo sé,  aunque lo hago desde el cariño. Esta vez he dejado de lado la clásica nostalgia bobalicona, para tirar de ella otro día me marco un artículo en plan Superlópez que esos al menos eran unos tebeos indudablemente cojonudos.

Nota 1: Cuando Bruguera quebró Ibáñez se quedó unos años sin Mortadelo, Escobar sin su Zipi Zape, Raf sin su Sir Tim O’Theo, etc… Vamos, que me molan los derechos de autor… Esto… Vale…

Nota 2: Si he cometido alguna imprecisión me pegáis un toque y arreglo lo que sea pertinente.